Narraciones extraordinarias
Cuentos policiales, de misterio, ciencia ficción,
fantásticos, de terror, otros
La alcoba del tercer piso
Era un día tormentoso y la familia Torner había llegado al pueblo después de largas horas de viaje. Arribaron a una vieja casa con una particular historia, maravillosa y perturbadora a la vez.
Entraron y notaron que la energía no funcionaba, fueron a la tienda del pueblo a comprar linternas. De vuelta a la casa, las luces estaban funcionando bien. Revisaron cada aparato eléctrico para encontrar el porqué no había luz hacía un rato, pero todo estaba en orden.
Los pequeños de la familia, con saltitos y grititos chillones pidieron explorar la casa y así fue. Subieron contentos las escaleras mientras sus padres comenzaban a limpiar y ordenar la casa para bajar sus pertenencias del auto.
Por el tamaño de la casa y la inmensa cantidad de habitaciones, los niños decidieron jugar a las escondidas. Tommy, el más pequeño de la familia, quería ganar y para eso debía encontrar un buen lugar.
Corriendo desesperado por hallar el escondite perfecto, antes de que su hermano terminara la cuenta regresiva, tropezó con un dañado pedazo de madera vieja, quedando justo en frente de una pared desgastada que ocultaba una puerta tras un floreado tapiz.
Llegó anunciando junto a su familia que había encontrado un nuevo lugar misterioso. Hizo que todos lo acompañaran a abrir aquella puerta. Al hacerlo, vieron una larga y tenebrosa escalera que los llevó a una habitación llena de rústicos muebles antiguos y un lindo tapiz lleno de avecillas blancas decoraba las paredes.
Los pequeños de la familia quisieron convertirla en su sala de juegos. Los padres iniciaron el proceso de limpieza en dicha habitación.
Al terminar el día dejaron la ventana abierta para que entrara aire. Fueron a dormir y al día siguiente terminaron de ordenar la casa. Pensar que todo comenzó cuando alguien dejó abierta la ventana.
Al siguiente día no encontraron nada en la habitación, ni el tapiz, ahí sospecharon de que alguien había estado en la casa, fueron a denunciarlo a la policía, ellos dijeron que estarían dando vueltas por el vecindario y que irían a revisar. Cuando van a la habitación ven a un hombre grande y con una sombra obscura colocando todo en su lugar. Tenía palomas encerradas en una jaula a su lado, las iba poniendo una a una en la pared.